A ver, 2 breves puntualizaciones:
Creo que no he comprendido lo que has querido decir en ese sentido con condicionamiento de segundo orden, Ely.
En Psicología, (ya se que no te gusta

), el condicionamiento de segundo orden consiste en realizar presentaciones de un estímulo neutro seguido de uno que ya ésta asociado a un primario. Por ejemplo, si tenemos "cargado" el clicker y queremos "cargar" también un silbato, entonces con hacer sonar un silbato antes del clicker es suficiente. El silbato acabará elicitando la misma respuesta condicionada que el clicker sin necesidad de asociarlo a la comida directamente.
Y, por otra parte, el tema del "motor social" y el de las "recompensas externas", puede resultar de lo más controvertido:
En cuanto a las recompensas externas de las que se suelen hablar, es un tema por el que se ha malinterpretado siempre a Skinner y se le ha intentado machacar desde muchos flancos, como los estudios de Csikszcentmihalyi, por ejemplo, todos ellos con errores (bajo mi punto de vista) muy claros de conceptualización.
Los seres vivos aprendemos en función de los antecedentes y consecuentes de nuestros actos y de las relaciones de contigüidad y contingencia que se dan entre los estímulos ambientales.
Parece que queda muy frío decir que sólo se aprende en base a reforzadores primarios como la comida y muy bonito decir que el "afecto" o el "motor social" es algo distinto gracias a lo cual también se aprende.
Nada más lejos de la realidad: Lo que comúnmente llamamos afecto o motor social, son una serie de consecuentes que mantienen relaciones directas o indirectas con nuestro comportamiento, aumentando en ocasiones la probabilidad de que éste se repita, por lo que funcionalmente son refuerzos. Exactamente igual que la comida.
El hecho de que un refuerzo no sea explícito (normalmente llamados externos), no quiere decir que no sea un refuerzo y deba pasar a llamarse "motor".